La entrevista de selección.

Si alguna vez has acudido a una entrevista de selección y cuando te has sentado delante del entrevistador has tenido la sensación de que te estaban sometiendo al tercer grado, lo que voy a contarte te interesa.

Una conversación entre profesionales

En mi opinión, una entrevista de trabajo debería ser una conversación entre dos profesionales que tiene como objetivo descubrir si cierran o no un acuerdo. Y como tal, no solo es el entrevistador el que tiene que evaluar la idoneidad del candidato, sino que el candidato también tiene que chequear si ese puesto que se le ofrece es lo que realmente busca y si esa compañía encaja con sus valores.

Los roles

En ese intercambio de información cada uno asume su rol:

El Entrevistador

El entrevistador necesita descubrir si esa persona cumple con los requisitos del perfil solicitado por su cliente y además, identificar si su personalidad encaja con la cultura y valores de la compañía.

El Candidato

El candidato quiere generar una buena impresión. Tiene que demostrar en poco tiempo que es la persona adecuada para el puesto, que domina las funciones solicitadas y que además encaja a la perfección con el estilo de la compañía. Sabe que en ese momento es como un producto que se está vendiendo, y eso puede generarle tensión.

Las Expectativas 

El candidato espera que el entrevistador le haga preguntas acerca de su trayectoria, dando por hecho que lo más importante es el contenido de lo que está diciendo y que será una entrevista cordial, donde simplemente tiene que poner su atención en explicar bien lo que hace.

La Batalla 

Pero, ¿qué sucede cuando la entrevista pasa de ser una conversación profesional a una batalla en la que eres atacado continuamente? ¿Cuando ni el tono ni las formas ni las preguntas del entrevistador son las adecuadas?

Cuando el entrevistador traspasa ciertos límites es muy importante que el candidato sepa manejar la situación y que no olvide el motivo por el que está ahí sentado.

Cuestión de Estrategia 

A veces el estilo agresivo de una entrevista es una mera estrategia. Cuando el puesto al que estás optando requiere ciertas habilidades y competencias para moverse en un ambiente de trabajo complejo y tosco, con interlocutores difíciles, el cliente va a exigir que el candidato sea capaz de manejar ciertas situaciones incómodas con soltura y firmeza.

En este caso el entrevistador desempeña un papel en el que pone constantemente a prueba al candidato, generando un ambiente de tensión que nada se parece a una entrevista.

Su objetivo es ponerte en una situación incómoda para averiguar cómo respondes en momentos tensos o frente a personas difíciles.

Cuestión de Estilo

En otras ocasiones la actitud “borde” del entrevistador no obedece a una estrategia, sino simplemente se debe a su estilo para hacer entrevistas.

Estos profesionales tienen la creencia de que para conseguir la información que necesitan obtener es necesario poner al candidato contra las cuerdas y hacerle sudar la gota gorda como si de un interrogatorio policial se tratara.

Consideran que una entrevista de trabajo te da licencia para “machacar” y se sienten en el trono de hierro solo por estar al otro de la mesa y tener bajo su mando la decisión de si el candidato juega la final de la champion o se vuelve a casa.

Este tipo de entrevistadores piensa que una entrevista debe ser dura para ser efectiva. Que es imposible conocer bien al candidato si el ambiente es relajado y distendido.

Mi opinión

Personalmente a lo largo de mi carrera profesional de más de 15 años como headhunter, nunca he necesitado llevar a los candidatos al extremo.

No considero necesario ni útil que el candidato se ponga a la defensiva, porque entonces se protegerá bajo un montón de máscaras y corazas y jamás me dejará ver cómo es en realidad.

Es más, soy de la opinión de que se consigue mucha más información cuando creas una atmósfera agradable, donde el candidato se siente en confianza, porque es justo en ese momento cuando se relaja y se olvida de que está siendo evaluado. Es ahí cuando se le caen las máscaras y empieza a mostrar su verdadera cara.  

Mis Recomendaciones

Sea cual sea la razón por la que el entrevistador es un borde, mis recomendaciones para manejar este tipo de situaciones incómodas son:

  • No te pongas nunca al nivel del entrevistador. No entres en su juego. Cuanto más borde o desagradable sea contigo, más amable sé tu con él.
  • Sonríe siempre, no hay nada que descoloque más a alguien borde que mantener la sonrisa.
  • Habla despacio y responde con naturalidad.
  • Controla la respiración.
  • Mira a los ojos de tu interlocutor.
  • Cambia tu enfoque de la situación, no es contra ti.
  • Interpreta lo que está sucediendo como una performance en la que su papel es llevarte a una situación incómoda.
  • Calm Down, no pierdas tu foco, no olvides para qué estás ahí.
  • Maneja la situación para que se vuelva a tu favor.

Y recuerda, por encima de tus ganas de trabajar y de tu necesidad de un cambio profesional, está el respeto. No todo vale. Marca tus líneas rojas, sé fiel a tus valores y no te las saltes.

Lidia Alvarado
Career Coach y Executive Search

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